Época visigoda (s.VI-VII)
Situación del poblado visigodo |
Después de los asentamientos romanos en nuestra villa, tuvo lugar el asentamiento de otra civilización, en este caso el pueblo bárbaro visigodo, que ha dejado en nuestros días dos restos arqueológicos de gran valor.
En el siglo X, en plena dominación musulmana, Arjonilla perteneció a la misma unidad administrativa y fiscal que Aryuna (Arjona), uno de los diecisiete Iglims de la cora de Yayyan (Jaén). No han aparecido vestigios relevantes que nos documenten un asentamiento importante de esta cultura.
Estos sarcófagos fueron encontrados en las ``Herrerias``, también conocido como cortijo ``Munguía``.
Uno se encuentra en el altar mayor de nuestra Parroquia de la Encarnación y otro en el Museo Provincial de Jaén.
Estos sarcófagos son de piedra caliza y en su interior se encontraron restos oseos y vasijas correspondientes al ajuar funerario del cadaver.
Descubrimiento: D. Pedro Serrano López en el año 1969 mientras se hacían las labores de campo en una finca de los Coello de Portugal.
Lo más probable es que el lugar donde se hallaron los sarcófagos fuera una necrópolis, pero aún no se han realizado ningún tipo de excavación ni estudio arqueológico en el lugar que demuestre esta hipótesis. De hecho, el poco interés que se mostró en aquella época por estas piezas de destacado valor arqueológico, hizo que permanecieran unos años en el lugar del hallazgo hasta que un grupo de investigadores decidieran su ubicación.
Decoración:
- Sarcófago del altar de la parroquia: mide 2,08 m. de longitud, 0.60 m. de alto y 0.76 m. de ancho, la altura es decreciente, bajando de 61 a 52 cm. Decorado con motivos florales, una decoración que se encuentra enmarcada por la parte superior y lateral derecho por entrelazado, observándose como la decoración decrece desde la derecha hacia la izquierda. En cuanto a simbología, su trenzado según Palol (1956), está relacionado con el bautismo, ya que estas corrientes entrelazadas significan el agua que lo envuelve todo. Dentro del ritual funerario y conectando con el mundo cristiano, la muerte representa un “volver a nacer”, en otra vida.
- Sarcófago del Museo Provincial de Jaén: mide 0,66 m de alto, 2,26 de longitud y 0,75 de ancho. El motivo que decora casi la totalidad del frontal es el trenzado, el cual se ve interrumpido por dos motivos florales que aparecen en la segunda franja y finaliza con grupos de estrías que presentan la técnica del biselado, tan importante en el arte visigodo. El lateral mayor está decorado con dos bandas horizontales de entrelazado y estrellas de ocho puntas en la mitad En el interior se puede apreciar una zona más alta en el fondo a modo de almohada donde reposaría la cabeza del cadáver. Éste sarcófago también presenta un revoco de mortero de tono rojizo en el frente y en los laterales exteriores.
Una vez recuperadas las piezas, un sarcófago se destinó al Museo de Jaén y el otro, tras una intervención en un intento de restauración, se decidió como mesa de altar en nuestra Parroquia. Esta “restauración”, según testimonios, se realizó en una antigua fábrica de mármol que había en Arjonilla, siendo los mismos trabajadores los que limpiaron la pieza y “mejoraron” su aspecto mediante la utilización de herramientas y productos inadecuados.
En los alrededores de este lugar otros historiadores como Jimena Jurado documentan la existencia de un “eremitorio” visigodo, según una lápida hallada en el lugar que se trasladó a Arjona. Esta tenía una inscripción que registraba la muerte de una mujer llamada María el 9 de marzo del 650. Era de piedra tosca blanca con unas dimensiones de 31 por 18 cm.
La lápida fue llevada a casa del cura Alonso de Mendoza, que se la dio a Jimena Jurado en 1644, quién se la llevó a Arjona e instalada en la pared de la iglesia consagrada a San Bonoso y San Maximiano. Posteriormente parece ser que estuvo en Andújar en poder del Marqués de la Merced, y a partir de ahí se le pierde la pista.
Época musulmana (s.VII-XIII)
Pero Eslava Galán, siguiendo a Espinalt, señala la posible existencia de un recinto defensivo musulmán, construido en tapial refiriéndose al castillo; pero esta afirmación no se ha confirmado por estudios arqueológicos.
(Siglos XIII-XV)
- Arjonilla fue conquistada en 1244 por Fernando III.
- Sancho IV en 1282 la separa de la administración de Arjona al donarla a Gonzalo Pérez, cuarto arcediano de Úbeda, secretario del rey y su capellán, para premiarle los servicios prestados.
- Éste la vende en 1293 a Arjona por 8.000 maravedíes y 200 cahíces de cal.
- En 1397 la villa pertenecía a Ruy López Dávalos, señor de Arjonilla, y, posteriormente a su hijo Pedro López Dávalos y al Marqués de Villena.
A principios del siglo XIV, el control administrativo de gran parte de la campiña oeste del Alto Guadalquivir fue asumida por la Orden de Calatrava con centro en Martos, y que entre las fortalezas que administró está el actual castillo de Arjonilla.
De principios del siglo XV es la primera referencia histórica que se hace del castillo de Arjonilla ya que, en 1434, Juan II (1407 -1452) por orden real, obliga a la Orden de Calatrava a morar y a reconstruir el
castillo. Es en esta época cuando tienen lugar los amores imposibles y desgraciados de Macías y Elvira, contados por importantes escritores como Larra y Lope de Vega.
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